Las empresas compiten ya no con productos sino con modelos de negocios. Dichos modelos nacen de la innovación y serán más competitivos cuanto más intensa sea esta. Cuando se habla de innovación hay cierta tendencia a pensar que eso de innovar esta reservado a una clase de personas con unos conocimientos muy avanzados. También la asociamos con la investigación y el desarrollo, por el uso extendido de las siglas I+D+i, que nos hacen creer que la innovación va si o si ligada a la I+D. Y tendemos a asociarla con dispositivos tecnológicos y con las tecnologías de la información. Pero es mucho más sencillo, innovar proviene del latín "innovare", que significa acto o efecto de tornarse nuevo o renovar. Introducir una novedad e innovación es el acto de innovar, y desde la perspectiva empresarial más purista significa la modificación o creación de un producto, su introducción en un mercado y por supuesto que obtenga beneficios.
Innovación es sencillamente la modificación o creación de un producto, servicio o proceso, su introducción en un mercado y por supuesto que obtenga beneficios tanto económicos como sociales.
La innovación no necesita materializarse a través de un producto o tecnología, ya hace 3000 años los filósofos griegos se preguntaban qué pasaría con el trabajo de los esclavos si se seguían haciendo avances tecnológicos y a principios del siglo XIX, durante la revolución industrial, ya se hablaba ampliamente sobre qué papel debería jugar el Estado con respecto a la innovación, en el siglo XXI, al fin al cabo sólo somos humanos, se repite la historia, ahora estamos preocupados por la perdida masiva de puestos de trabajo debido a la irrupción de las nuevas tecnologías de la información y la comuniacación y en quien entonces pagara nuestras pensiones.
Estamos en la tercera revolución industrial o de la inteligencia y las empresas compiten ya no con productos sino con modelos empresariales. Dichos modelos nacen de la innovación y serán más competitivos cuanto más intensa sea esta.
"La innovación es cualquier mejora que tiene como resultado un beneficio económico y/o social"
El verdadero empresario sabe en qué debe mejorar su empresa para hacerla más competitiva y obtener más ingresos, por lo tanto sólo por el hecho de ser empresario ya se es un innovador en potencia. En muchas ocasiones son los mitos que giran alrededor de la innovación los que impiden al empresario introducir mejoras en su empresa, veamos algunos de ellos:
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Pensar que la innovación es únicamente tecnología. Innovar es mucho más que el desarrollo de nuevos productos, es también acceder a nuevos mercados que antes nadie ha atendido, desarrollar nuevos sistemas de producción que nos hacen ser más eficientes o diseñar nuevas formas de presentarnos ante los clientes.
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Creer que la innovación es fruto de la suerte. La innovación al igual que cualquier otra disciplina es el resultado de un trabajo consciente y constante de transformación de oportunidades en realidades, cualquiera aplicando las metodologías de innovación apropiadas podrá innovar con EXITO de forma sistemática.
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Pensar que la innovación es para gente creativa. Innovar es una cuestión de actitud, consiste en no conformarse con la situación actual, ante los problemas buscar, proponer y ejecutar soluciones innovadoras. Debemos aprender a ser emprendedores innovadores.
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Pensar que innovar es muy arriesgado y si te equivocas no te perdonan. Toda innovación presenta riesgos, porque de antemano no se sabe si funcionará. Pero innovar no significa ser imprudentes, los que innovan con éxito, lo saben y por ello antes de lanzar cualquier proyecto, identifican y analizan los riesgos y se preparan para superarlos.
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Pensar que ser una empresa innovadora significa revolución. Para innovar no hay que cambiar radicalmente la organización, lo que si es necesario es que el empresario este convencido de la importancia de innovar y se rodee de estrategias, procesos y personas preparadas en la sistemática de innovación.
Todos estos mitos se acrecientan con las barreras que el empresario encuentra al intentar innovar, que son básicamente tres: la falta de tiempo, la falta de recursos y el conocimiento necesario.
Puedes comenzar a innovar ahora mismo, derribando la barrera más accesible, que es la barrera del tiempo, dedica ese bien tan preciado a:
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A poner en valor a TODOS los que pueden aportarte algo que te sirva para innovar.
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A evaluar lo que te digan los demás, estableciendo prioridades y centrando los esfuerzos en ver como cambiar a mejor, particularmente en donde seas fuerte, en donde seas débil y en donde decidas poner toda tu energía para mejorar.
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A descubrir de quién puedes aprender y con quién puedes compartir en tu entorno; quienes cercanos a tí tienen experiencia que te puede ser útil.
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A conectarte, compartir, aprender y mejorar mediante la conexión con otros de tu entorno. No gastes energía inútil en hacer de nuevo cosas en las cuales otros ya tienen experiencia y soluciones.
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